PROSTITUCIÓN EN LA CHATA

5ª del abono manchego. Corrida de toros de Domingo Hernandez remendada con garcigrande. 

Como está la plaza…  palcos sin exigencia NINGUNA, animales anovillados, inválidos y público de aluvión. Si tuviésemos que titular la película se llamaría “prostitución en la chata” la plaza está sin rumbo, como un barco sin brújula, sin un capitán que la lleve a buen puerto. Pero, ¿que podemos esperar? si la empresa compra chatarra, la autoridad la aprueba y el público de aluvión corrobora la falta de afición. Han convertido la chata en una más, donde no interesa ir a los toros, las pobres entradas y la espantada del abonado, corroboran la decadencia de este espectáculo lamentable que nos venden tarde tras tarde. 

Salió el primero de la llamada corrida del “Aficionado”, de atentado llamar a esto así… 

Está mal hacerles estas cosas a los aficionados pero vamos a lo que nos atañe. 

Salió un animal justito de cara y gordito. Para Sebastián Castella, en el caballo, todo paso sin pena ni gloria, un picotazo en lo alto del lomo sirvió como trámite para cambiar a las avivadoras. Sujetado con pinzas, embistió el animalico que sin malicia iba tras los trastos, en la cuarta tanda se rajó del aburrimiento y, bajonazo para la rúbrica. 

El Segundo “novillo” de la tarde, como su hermano y para hacer nombre a la ganadería, comenzó a perder las manos en el inicio de faena. En el penco, apenas un puyazo algo caído hizo que la sangre arrastrase por el brazuelo del animal. En la muleta, Paco Ureña estuvo con muchos enganchones y más deslucido. Una estocada delantera y perpendicular, le dieron el primer despojo de la tarde.

Volvió a saltar otro choto mamantón,  en este caso, para la figura del “supuesto arte” Daniel Luque, un animal de nula presencia. En la entrada al caballo, lo toma por los pechos descabalgando al varilarguero. Estando el caballo en el suelo, le dio un puntazo en el cuello del animal y en la segunda entrada se realiza un simulacro. En los primeros muletazos ya cantó su falta de fuerza y casta, haciendo imposible dar más de tres muletazos sin que este pierda las manos. Un pinchazo y una estocada defectuosa dieron rúbrica al tercero de la tarde, que fue pitado en el arrastre.

Toco turno a Borja Jímenez, para el que salió un novillote muy protestado de salida, de nula presencia. En la cabalgadura hizo sonar el estribo, apenas metió las cuerdas y ya se pedía el cambio, aquello no daba ni para un análisis de sangre. En los palitroques cantó la gallina, doliéndose como alma que se lleva el diablo. Con la muleta, una faena poco aseada con muchos enganchones en la que solo se escuchaba a su apoderado, como una radio, dando vueltas por el callejón, ¿a que nadie se cree eso? ¿El guerra dando voces? ¡Que delirios !!!

Un Pinchazo y una estocada defectuosa pusieron su firma.

Como quinto, salió por la puerta un animal gordo sin apenas cara y muy sospechoso de pitones (como todo lo que va de festejo). Hasta dos veces hizo caer al piquero y, no por la fuerza del toro sino, por la poca que tenía el caballo. Apenas llegó a meter la puya al animal y, ¡sorpresa! el moquero blanco apareció en el palco, cambiando el tercio sin un Rasputín y esta señora era la rigurosa….

En la muleta se acentuó más su invalidez, perdiendo en toda ocasión los cuartos traseros, castella estuvo en todo momento fuera de sitio y desencajado.  

Llegó el turno del 6º. Para nuestra desgracia no era el último, aún quedaban dos toros más enchiquerados en toriles de la corrida monstruo. Salió un animal muy soso y abanto. Como tónica del festejo, cuatro capotazos para parar la embestida y medio puyazo. En la muleta salía suelto y, en el momento que se veía un poco sometido, lanzaba coces al aire “que espectáculo de casta”. Como final, un pinchazo y un bajonazo en el brazuelo pusieron fin al último que tocó en suerte a Ureña. 

Cuando creíamos que la presentación no podía ir a peor, salto al ruedo el séptimo de la tarde. Una raspa infame sin morrillo, sin culata ni remate alguno y otro más con unos pitones algo más que sospechosos. Al paso por el caballo, se le dió un picotacito pero el peligro llegó en banderillas, cuando nadie estaba al quite ni en su sitio colocado estuvo a punto de ocurrir una desgracia. Lo necesario e importante que es un buen compañerismo y saber donde estar colocado en cada momento. En la muleta un Luque muy acelerado, sacando el toro hacia fuera sin rematar ningún muletazo tras la cadera, todo muy bonito y pinturero, pero sin alma ¿y la mano izquierda?, ¿No hace falta torear con ella?. Pues por lo visto no, ya que una estocada caída le hizo cortar 2 despojos, ¿de donde? Pues nadie lo sabe, pregúntenle a la “Dama de hierro” y a Don Pin Pon. 

Y por fin llegó el turno de Borja y con ello la salida del octavo de la tarde. El toro con menos peso pero mejor remate del festejo. 

Al paso por el caballo le dieron un picotazo trasero. En banderillas, volvimos a la misma cantinela, nadie al quite y una brega lamentable hacían tedioso el paso al siguiente tercio. Llegaron los momentos con más lucidez de la tarde, una serie de 3 muletazos y el de pecho que apuntaban que no todo sería malo. Por el izquierdo llegó la mejor tanda de lo que va de feria, toreando al natural, algo despegado y fuera de cacho, pero mandando y dominando la envestida. Enseguida cantó la gallina y se fue a tablas, media estocada trasera y tendida mas dos golpes de verduguillo le valieron otro despojo de poco peso.

En resumen, da pena ver la plaza en este estado, el trabajo de años tirado por la borda. Si Constantino viese en lo que habéis convirtiendo su trabajo de años….. os sacaría como a los fariseos fuera del templo, por convertir la casa del TORO en un circo donde todo vale.