LATIGO O SEDA
Hoy día 11 de septiembre se han lidiado 5 toros de Victoriano del Río ( 1 de Cortés), corrida en cuanto a prestación impoluta a mí parecer, por encima de las que ha echado esta ganadería en Sevilla, Valencia...
El primer toro, quizás un poco pasado de peso salía,al ruedo cuando un sol de justicia caía sobre Albacete. Talavante intento un saludo de capa mediocre sobre él y el toro parecía que quería entre poco y nada. Después de una puya bastante aceptable el toro intentaba mover esos kilos de más , a la moderna manera de moverlos pero así era. El diestro extremeño franela en mano se lo sacó a los medios y ahí algo intento hacerle, sin saber uno el que, para que la música arrancara (hoy si). Pases para allá y para acá, Talavante poco (nada) ha dicho. Atraganton con la espada y el Victoriano se va como vino al mundo.
En el segundo toro vimos por fin torear a la verónica y esque Juan Ortega (permitirme mi subjetividad con él) en cuanto un toro se deja, como dicen los modernos, con el capote hace virguerías. Con unas verónicas asentadas, hundidas y con son para gusto del respetable se sacó el burel al centro rematando con esa verónica de donde su madre lo parió. El pica le dio estopa en el caballo y el toro que iba un poco corto de casta luego lo notaría. Un quite de bisutería por delantales hizo que el público se entusiasmara con él. Juan notó que la plaza estaba en su mano y con unos doblones por abajo hizo que el público rompiera con el. Entre la vara y quizás los doblones el toro *acabó* fundido por su poca casta y Ortega tuvo que (después de 2 pinchazos) recetarle una estocada para que el animal rodara.
Jocundo n°125 saltaba al ruedo, Tomás Rufo le intentó dar unas verónicas que después de las del diestro trianero parecían incluso mediocres. El astado de la ganadería de Guadalix fue un toro bravo en el caballo llegando a derribar metiendo riñones y estampando al jaco contra las tablas. Había run run con el toro y Rufo se dispuso a torear lo de rodillas, la gente se calentó y la música sonó. El animal seguía embistiendo por abajo con bravura y nobleza, al que Rufo terminó aburriendo después de 100 pases alguno que otro podría salvarse pero muy poca chicha para tanto toro. Hizo guardia y después intentó otra vez matarlo en un despropósito de suerte suprema. Jocundo se fue con las orejas colgando, animal de nota importante.
Después de la merienda allá fue "el Tala" a justificar su presencia en esta feria, le salió un toro de esos que a una supuesta figura le debería valer para salir a hombros. El animal no se comía a nadie. Encastadito en el caballo, más *espectáculo* que bravura. Inicio por alto y unos naturales por los cuales el toro pasaba por los jardillos. Siguió Talavante haciendo no sé el que, fijaos como habrá sido para que un torero tan protegido por el público haya sido abucheado, un auténtico circo ante un animal que si eres figura (lo cual nunca ha sido) deberías de haber reventado la plaza. Sainete con la espada. ¡¡¡LÁTIGO AL EXTREMEÑO!!! Que desde su reaparición ni está ni se le espera.
Después de que la plaza se quedara helada por la actuación de A.Talavante, apareció en el ruedo el quinto. Sin duda alguna el peor toro de la corrida, un animalejo descastado y sin fuerza ninguna. El público, parecía que hoy había aficionados a esto, protesto la invalidez del animal. Al toro le dieron la lidia de cirujano actual que parece que le suman un poquito más de lo que tiene y llegó a la faena de muleta. Delante de él no había ni Talavantes ni Rufos, allí estaba Juan Ortega y cuando uno tiene la moneda es capaz de cambiarla. El animalejo inválido parecía que iba y venía, nadie se pensaba que semejante birria se le podría hacer algo, pero amigo, delante tenía a uno de esos que alguna vez que otras (y pocas no son) hace alguna genialidad. No hizo falta ni música, ni autobuses, ni grada de animación, Juan Ortega y esa muleta de SEDA consiguieron cautivar a la gente. Una tanda al natural rompió todo, cuando se torea así, con el olé ronco del público basta. Cierto es que era un animal que solo los "artistas" pueden sacarle algo porque ni tenía raza, ni bravura ni nada, pasaba por allí como si nada. Media estocada donde más duele y el animalejo a rodar, la plaza pidiendo la oreja. Juan Ortega ha conseguido que un torero de su corte rompa de lleno en la chata, que tantos maestros han intentado sin poder hacerlo.
Seguido *del* milagro del quinto, salto su hermano al ruedo en último lugar. Un animal feote, poco cuello aunque bien puesto de pitones. La puya parece que avivó al animal y después de un ""espectacular"" (que no bien hecho) par de banderillas de F.Sanchez, solo se quedó Rufo con él. En el primer derechazo le golpeó una banderilla en la cara al matador ,que basó su faena en quitársela, cuando se quiso dar cuenta el toro ya estaba para matarlo, un auténtico circo al que le siguió una estocada trasera y el animal otra vez con opciones se fue con las orejas colgando.

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